​Muchas veces he tratado de escribir pero soy de palabra corta, las palabras no se escapan de mi boca a caudales, suelo decir lo justo y necesario. No por apatía o desprecio a los demás, es que a veces simplemente las palabras no están.
Pero qué diablos, estamos en una época en la que por sobre todo necesitamos conversar, la tecnología nos tiene tan embobados que a veces es conectarte a un aparato con pantalla que compartir cara a cara con los amigos. Por eso es que inauguro esta columna que también tendrá la participación de algunos de mis compañeros de tragos aquí a la sombra de un parrón en el bar “el rastrillo”, para hablar de lo que se nos dé la gana solo con el fin de compartir, soñar y construir un mundo mejor, porque como dicen por ahi, "la revolución empieza en la cabeza"

Salú!!!